Perspectiva: La cultura como activo financiero
He observado durante años cómo las empresas tratan la
cultura como algo abstracto, separado de los números. Pero en 2025 estamos viendo un
cambio real. Las organizaciones que consiguen alinear sus valores con sus prácticas
financieras —desde cómo compensan hasta cómo invierten— están reportando mejores
índices de retención.
No es que una buena cultura garantice éxito financiero
automáticamente. Pero sí crea un ambiente donde la gente entiende las decisiones
económicas y se compromete con ellas. En Valladolid, algunas empresas están
experimentando con presupuestos participativos donde los equipos proponen cómo invertir
recursos. Los resultados varían, pero el proceso en sí está generando conversaciones
valiosas.